La movilidad sostenible es el conjunto de acciones destinadas a mejorar el desplazamiento a la par que la calidad del entorno teniendo como objetivo final el uso racional de los medios de transporte. Surge para contrarrestar los efectos negativos ocasionados por un tipo de modelo de transporte que contamina el aire, consume excesiva energía y perjudica la salud de los ciudadanos.

La movilidad eléctrica fomenta el ahorro de energía a través de un transporte más eficiente y limpio. Ganarán los espacios públicos, que se verán libres de humos, y las personas, al liberarnos de la contaminación asociada al transporte de gasolina o diésel. La movilidad eléctrica es respetuosa y responsable con el planeta. Conlleva menores costes de mantenimiento y el pago de menos impuestos (hasta un 75 % de ahorro en tributos). Además, contribuye a frenar el cambio climático y puede acceder a cualquier sitio, sin restricciones.

Las personas podemos llevar a cabo una serie de acciones de forma individual de contribuyan al movimiento sostenible. Por ejemplo,  adoptando un estilo de conducción eficiente, evitando el exceso de velocidad o evitando el inflado insuficiente de los neumáticos, el consumo de combustible es menor, lo cual reduce el impacto medioambiental. Además, una conducción eficiente también ayuda a mantener tu vehículo en buen estado y refuerza la seguridad del conductor y de los pasajeros.